A medida que la tecnología mejora, los equipos de impresión se adaptan constantemente para permitir el uso de diferentes tipos de papel y garantizar buenos resultados. Sin embargo, las velocidades de impresión también han aumentado y, más que nunca, se está utilizando la impresión en color para la mayoría de las aplicaciones. Además, como es sabido, la impresión en color es más exigente en términos de calidad del papel: absorción de tinta, ondulación, tiempo de secado de la tinta, entre otros factores.

En general, esto significa que la calidad del papel debe adaptarse a la impresora que tiene, el trabajo que está llevando a cabo y el objetivo del documento (interno o externo).

Estos factores deberían orientar la elección del papel que utilizará.