Existen 3 procesos principales de blanqueado en la industria papelera: El proceso sin cloro elemental (ECF), el proceso sin cloro total (TCF) y el proceso sin cloro (PCF).

El PCF usualmente se aplica en la industria del reciclado del papel mientras que los otros dos procesos son comunes en los papeles que utilizan fibras vírgenes.

Los papeles que se describen como EFC están compuestos de fibras blanqueadas con dióxido de cloro y los procesos que se describen como TCF son de fibras blanqueadas con productos químicos tales como oxígeno y peróxido de hidrógeno.

Los procesos ECF y TCF no tienen diferencias importantes en el impacto ambiental. Ambas técnicas tienen estado BAT (la mejor técnica disponible), lo cual significa que son procesos de última generación que cumplen con los mejores resultados en relación a las disposiciones ambientales. La principal diferencia entre ambos procesos es la calidad del producto final. Mientras que el TCF es un proceso de blanqueado intenso, que resulta en una pasta con fibras más débiles, el proceso ECF genera una fibra de mayor calidad que, al final, permite a GPS consumir menos energía y menos madera para obtener un producto más reciclable que el que se obtendría con un proceso TCF.